En las mujeres en edad fértil, los ovarios son la principal fuente de producción de testosterona, aunque en cantidades mucho menores que en los hombres. La testosterona en las mujeres tiene un papel importante en el mantenimiento de la masa muscular, la densidad ósea y la libido, entre otros aspectos.
Durante la menopausia, la producción de testosterona tiende a disminuir gradualmente, al igual que ocurre con el estrógeno y la progesterona. Esta disminución puede contribuir a varios cambios en el cuerpo de la mujer, como:
Pérdida de masa muscular: La disminución de la testosterona puede contribuir a la pérdida de masa muscular y la disminución de la fuerza.
Disminución de la libido: Los niveles más bajos de testosterona pueden estar relacionados con una disminución del deseo sexual en algunas mujeres.
Cambios en la composición corporal: La reducción de la testosterona puede contribuir al aumento de la grasa corporal, especialmente en la región abdominal.
Es importante destacar que los cambios en la producción de testosterona durante la menopausia son parte de un conjunto de cambios hormonales que caracterizan esta etapa de la vida de la mujer. Estos cambios hormonales pueden variar de una persona a otra y pueden ser gestionados de manera efectiva con el asesoramiento médico adecuado.
